El primer sábado de febrero del presente año visité con unos amigos (Ilde, Dani y Ethan), que simpáticamente nos llamamos frikifalleros, la exposición del ninot, recién inaugurada. Los ninots de las fallas tanto grandes como infantiles que optan a salvarse del fuego están expuestos durante un mes y medio en el museo príncipe Felipe de la ciudad de las artes y las ciencias de Valencia. 4 amantes de las fallas, los mencionados frikifalleros, nos dimos cita por la mañana en la puerta del museo a primera hora.
Una vez abierto el museo nos dirigimos a las taquillas para sacar las entradas. Tres euros por persona es el precio de la entrada que da derecho a la visita de los ninots infantiles, los adultos y el posterior voto. Estuvimos poco tiempo esperando y entramos al recinto. Los primeros ninots expuestos, según se entra a la derecha, son los adultos de la sección 8C, la sección de menos presupuesto. Conforme se avanza en zig zag hacia delante se avanza en el presupuesto. Algunos ninots son clásicos. Suele haber mucho refrito en las categorías inferiores. Otros, en cambio, son originales. Fuimos avanzando observando detenidamente cada ninot y fotografiando lo que más nos gustaba de cada uno.
Antes de acabar las secciones de los ninots grandes, entramos en la zona donde están expuestos los ninots infantiles. Éstos también están ordenados por secciones desde la 22 hasta la especial. Unos amigos míos artistas falleros, uno de ellos debuta este año como artista fallera, han presentado ninots para las fallas, entre otras, de Duque de Gaeta, bolsería, serranos-plaza de los fueros, Gayano Lluch, etc…Al igual que los grandes, algunos son clásicos de otros años, mientras que otros son auténticas maravillas. Después de pasar por los ninots infantiles de la sección especial, retornamos a los ninots grandes que cada vez son más elaborados.
A partir de la sección primera A empecé a ver ninots con una calidad exquisita, susceptibles de ser votados por mi. Los ejemplares de Maestro Gozalbo, almirante Cadarso, exposición, cuba-literato Azorín y l’antiga de Campanar tenían todas las papeletas para ganar, pero solo puede votarse uno por persona y visita. La exposición acaba con los ninots de la sección especial. Después de repasar las dudas de mejor ninot grande pasé por una mesa donde hay unos empleados de la junta central fallera que apuntan los votos del mejor ninot infantil y grande. En infantiles voté un ninot realizado por mi amiga que debuta en fallitas infantiles y en grandes voté por equivocación a un ninot que también me gustaba aunque algo menos que mi favorito. Con los votos de nosotros cuatro acabamos la visita a la exposición.
Después de la exposición el plan era comer en un restaurante conocido. Ilde y Dani fueron primero al restaurante y yo me quedé con Ethan y salimos más tarde. Llegamos los dos al restaurante y allí nos esperaban Ilde, Dani y Juan, otro gran aficionado a las fallas y colaborador de artistas falleros. Más tarde acudieron la hija y el yerno de Ethan. Después de los saludos pedimos la comida y la bebida. Entre bocado y bocado a las pizzas y entre tragos de cervezas y refrescos, hablamos de fallas, como no podía ser de otra manera, pero además de otras aficiones y cosas familiares.
Después de la comida nos despedimos de Dani, Juan y la hija y el yerno de Ethan. Continuamos Ilde, Ethan y yo pasando la tarde haciendo una ruta fallera. Una ruta desde la avenida de la plata hasta Mislata, pasando por Monteolivete, Ruzafa, Patraix, Jesús y Olivereta. Recordamos fallas plantadas en dichas ubicaciones en años anteriores y anécdotas falleras ocurridas en nuestros retos.
La tarde finalizó en Mislata, donde está la residencia de Ethan. Nos despedimos con voluntad de volvernos a ver en próximas actividades falleras.
Rafadawn 